¿QUÉ ES EL MÉTODO PILATES? 

 

El método Pilates, o simplemente Pilates, es un sistema de entrenamiento físico y mental creado a principios del siglo XX por Joseph Hubertus Pilates, quien lo ideó basándose en su conocimiento de distintas especialidades como gimnasia, traumatología y yoga; uniendo el dinamismo y la fuerza muscular con el control mental, la respiración y la relajación.

En sus principios fue llamado Contrología (Contrology), por el propio Pilates, debido a que recalca el uso de la mente para controlar el cuerpo, pero buscando el equilibrio y la unidad entre ambos. El método se centra en el desarrollo de los músculos internos para mantener el equilibrio corporal y dar estabilidad y firmeza a la columna vertebral, por lo que es muy usado como terapia en rehabilitación y para, por ejemplo, prevenir y curar el dolor de espalda. Se practica en todo el mundo y su popularidad es cada vez mayor.

 

ORIGEN

 

J. H. Pilates fue un niño enfermizo, lo que le llevó a estudiar el cuerpo humano y la manera de fortalecerlo mediante el ejercicio. De esta manera, con el tiempo llegó a ser un gran atleta. Fue en Inglaterra donde comenzaría a desarrollar su método al ser internado durante la Primera Guerra Mundial, debido a su nacionalidad alemana, en un campo de concentración. 

Trabajando como enfermero, desarrolló una metodología para mejorar el estado de salud de otros internos mediante el ejercicio. Para los más débiles y enfermos, montó sobre las camas un sistema de poleas y cuerdas para ejercitar los músculos, lo cual fue el origen de algunos de sus posteriores aparatos (reformador, trapecio, silla y barril). Con el tiempo desarrollaría un gran número de ejercicios para ser realizados en ellos, así como otros para ser practicados simplemente en el suelo, sobre una colchoneta.

En 1923 se trasladó a Estados Unidos y montó en Manhattan, junto a su esposa Clara, un estudio para enseñar su método. Pronto se hizo popular entre coreógrafos y bailarines, cuyas lesiones derivadas del entrenamiento intensivo les obligaban a pasar largos periodos de recuperación e inactividad.

 

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES

Sabemos que el método Pilates se ha desarrollado y ha dado lugar a una gran cantidad de estilos y aplicaciones distintas, pero debemos mencionar que existen unos principios fundamentales que deben estar presentes:

1.    CENTRALIZACIÓN

Joseph Pilates desarrolló su sistema en torno a la idea del “Powerhouse” o Centro de Energía, constituido por las áreas centrales del cuerpo, donde se condensa la fuerza necesaria para realizar los ejercicios del método. Se trata del centro neurálgico de todos nuestros movimientos, desde donde fluye la energía hacia las extremidades (el CORE), y donde se coordinan los movimiento de todo el cuerpo al tiempo que se fortalece y se protege la columna vertebral. Específicamente nos referimos al diafragma, suelo pélvico, transverso abdominal, multífidos, cuadrado lumbar, oblicuos del abdomen, psoas y musculatura glútea. 

2.    CONCENTRACIÓN

La concentración es un elemento básico para conectar el cuerpo y la mente. Durante la realización de los ejercicios es clave concentrarse en el área del cuerpo  que se está trabajando y poner atención en sentir la actividad que desarrollan los músculos, percibiendo de qué manera están relacionados entre si los movimientos del cuerpo. Un error común es limitarnos simplemente a ejecutar el movimiento, debemos de tratar de sentirlo, de utilizar la retroalimentación sensitiva para percibir en cada momento la posición de nuestro cuerpo en el espacio, el movimiento de las articulaciones, y el trabajo de cada músculo. 

3. CONTROL 

El término de control en el método Pilates se relaciona en torno al control muscular, referido a la consciencia del propio cuerpo adquirida a través de la realización de los ejercicios, unida al mismo tiempo al  control mental, puesto que el método considera la mente como indivisible del cuerpo. A medida que vayamos avanzando en el método aumentará nuestra capacidad de control, y podremos comprobarlo gracias a diferente evidencias: 

  • Aumentará nuestra percepción y nuestra conciencia del propio cuerpo.

  • Corregiremos el alineamiento y la postura, manteniendo la columna vertebral neutra y usando los músculos estabilizadores internos (musculatura local).

  • Realizaremos movimientos precisos y fluidos, sin cambios bruscos que pueda provocar lesiones.  

 4. PRECISIÓN 

Entendemos por precisión el control exigido para la realización de los movimientos. Siempre que se ejecute un ejercicio, hay que concentrarse en realizar el movimiento correcto. En Pilates cada movimiento tiene propósito, y no perder de vista ese objetivo es vital para la correcta ejecución del ejercicio, por lo que es fundamental concentrarse en realizarlo de un modo preciso y exacto.

5. FLUIDEZ DE MOVIMIENTO 

 El movimiento debe ser fluido e ininterrumpido, a una velocidad ni muy rápida ni muy demasiado lenta. En Pilates no existen movimientos aislados o fuera de control, sino que se sigue el fluir natural del cuerpo. No se debe apreciar rigidez ni espamos. La calidad en los patrones de movimiento es el resultado de trabajar con inteligencia más que con dureza o con agresividad. 

Para lograr la fluidez de movimientos es conveniente favorecer el uso de grupos de músculos en vez de tender a la acción de músculos aislados. La coordinación en la secuencia de movimientos es esencial. Un equilibrio correcto permite movimientos de buena calidad. No debemos apresurarnos en ningún paso, el movimiento debe ser suave y uniforme, ya que un movimiento rápido puede causar lesiones. 

 

6. RESPIRACIÓN

Entendemos por respiración una actividad que realizamos de manera automática e inconsciente, y que sin embargo influye sobre todas las funciones corporales. El método Pilates contempla la respiración como un vínculo entre la actividad física y el interior/exterior de nuestro organismo, por lo que influye como una destreza más dentro del régimen de ejercicios. Un patrón respiratorio correcto aumenta nuestra percepción, logrando mayor atención y consciencia. Asimismo, la adecuada respiración facilita el control de la zona central del cuerpo, especialmente el uso de las costillas inferiores, mejorando además la estabilización y movilización de la columna vertebral y extremidades. También mejora la conexión del suelo pélvico y el diafragma. 

En sus orígenes, Pilates concedió especial importancia a la pureza del flujo sanguíneo. Esta pureza podía conseguirse respirando correctamente mientras se hacen los ejercicios, al oxigenarse la sangre y eliminarse los gases nocivos. Joseph H. Pilates llegó a la conclusión de que la mejor técnica respiratoria para limpiar los pulmones es una exhalación plena forzada seguida de un hinchado completo de los pulmones mediante una inhalación profunda. Es lo que se denomina inspiración y espiración activas. Sin embargo, actualmente el método Pilates evita realizar en general espiraciones forzadas, ya que considera que la respiración debe ser un proceso natural. Se ha descubierto que el patrón respiratorio de espiración forzada puede conllevar un temprano reclutamiento o un reclutamiento excesivo de los músculos oblicuos del abdomen y alterar la estabilidad de la columna. 

Cada ejercicio de Pilates cuenta un patrón respiratorio específico. Se debe practicar la respiración como una destreza más del ejercicio, de manera coordinada con los movimientos. Es por ello fundamental, acudir a un/una instructor/a especializado en Pilates para asegurar una práctica segura. 

 

REFERENCIAS

  1. Bosco Calvo, J., 2016. Pilates Terapéutico Para La Rehabilitación Del Aparato Locomotor. Madrid: Médica Panamericana.
  2. Herman, E., 2007. Pilates Con Accesorios: Rodillo, Banda Eslatica, Circulo Magico, Pelota. España: Paidotribo.
  3. Isacowitz, R., 2009. Pilates. Badalona (España): Paidotribo.
  4. Blog.institutoisaf.es. 2018. Principios Básicos Del Pilates. [online] DISPONIBLE EN: <https://blog.institutoisaf.es/principios-basicos-del-pilates> [Acceso el 23 April 2020].
  5. Wilmore, J., Costill, D. and Padró, J., 2010. Fisiología Del Esfuerzo Y Del Deporte. España: Paidotribo. 
  6. Winsor, M. and Laska, M., 2002. Pilates, El Centro De Energía: Sin Necesidad De Aparatos. Unspecified.
 

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